Taylor Swift lo escribió, pero ellas lo sintieron… (parte I)

Así como Taylor Swift ha hecho de sus discos un diario emocional, muchas escritoras han convertido la escritura en confesión, en fuego, en espejo. En cada álbum —desde la inocencia luminosa de Fearless hasta la contemplación nocturna de Midnights— hay un pulso narrativo que dialoga con la sensibilidad de autoras que también amaron con rabia, se desarmaron con elegancia, o escribieron para no olvidar.
Este es un mapa poético que cruza la discografía de Taylor con escritoras de distintas épocas y geografías. Cada una de ellas encarna el alma de un álbum. No por imitación, sino por resonancia.

Edna St. Vincent Millay & Speak Now

Edna St. Vincent Millay

Qué labios mis labios han besado, y dónde y por qué,
lo he olvidado, y bajo qué brazos ha reposado
mi cabeza hasta la mañana; pero la lluvia
está llena de fantasmas esta noche, que golpean y suspiran
sobre el vidrio y escuchan la réplica,
y en mi corazón se agita un dolor silencioso
por los muchachos olvidados que no volverán a mirarme a medianoche con un grito.
Así en invierno se levanta el árbol solitario,
sin saber qué pájaros se han ido uno a uno,
pero sabe que sus ramas están más calladas que antes:
no puedo decir qué amores han ido y venido,
sólo sé que el verano cantó en mí por un momento
y que no ha cantado nunca más.

¿Por qué?

Edna St. Vincent Millay, poeta de los años 20, fue precoz, brillante, escandalosa para su época y con una sensibilidad romántica y rebelde que dialoga con el espíritu de Speak Now.
Este álbum es una carta de confesiones: amores frustrados, disculpas no dichas, valentías súbitas. En poemas como “Recuerdo” o “I, Being Born a Woman”, Millay expresa su pasión con franqueza y orgullo, del mismo modo en que Taylor canta en “Dear John” o “Last Kiss”.
Ambas tienen la osadía de decir lo que no se espera de una “mujer correcta”, y de hablar de la emoción amorosa sin disfraz.

Elizabeth Barrett Browning & Fearless

Elizabeth Barret Browning

Si todo lo dejo por ti, ¿tú lo darás todo por mí?
¿Serás todo para mí? ¿No echaré de menos
la charla cotidiana, la bendición, el beso
que todos reciben por turno, ni sentiré extraño
cuando mire arriba, caer en un nuevo entorno
de paredes y suelos… otro hogar distinto a éste?
¿Llenarás tú ese lugar junto a mí que ahora
ocupan ojos muertos, demasiado tiernos para conocer el cambio?

Eso es lo más difícil. Si vencer al amor cuesta,
vencer al dolor cuesta aún más… lo demuestran todas las cosas;
pues el dolor en verdad es amor y algo más que amor.
Ay, he sufrido tanto que soy difícil de amar.
Pero ámame, ¿lo harás? Abre tu corazón por completo
y envuélveme en las alas húmedas de tu paloma.

¿Por qué?

Fearless es un himno a la fe en el amor romántico, a la entrega juvenil y valiente. Barrett Browning escribió algunos de los sonetos amorosos más intensos del siglo XIX. Como Taylor en Love Story o You Belong With Me, ella cree —a pesar de todo— en la posibilidad de un amor verdadero y casi ideal. Ambas aman sin reservas.

Emily Brontë & Red

Emily Brontë

Frío en la tierra, y la nieve apilada sobre ti,
Lejos, muy lejos, el frío en la tumba triste.
¿Me he olvidado de amarte, mi único amor,
Cortada al fin por la implacable ruptura del Tiempo?

Ahora, en soledad, ¿mis pensamientos ya no flotan
Sobre los montes, en esa orilla del norte,
Descansando sus alas en las hojas de helecho
Que cubren tu noble corazón eternamente?

Frío en la tierra, y quince diciembres salvajes
Desde los cerros marrones se han derretido en primavera;
¡Fiel, de hecho, es el espíritu que recuerda
Después de esos años de cambio y sufrimiento!

Dulce amor de la juventud, perdonad, si me olvido de ti,
Mientras la marea del mundo me arrastra hacia adelante;
Otros deseos y esperanzas me atormentan,
¡Las esperanzas que oscurecen, pero no pueden borrarte!

Ninguna luz tardía ha iluminado mi cielo,
Ninguna mañana ha vuelto a resplandecer para mí;
Toda mi felicidad vino de tu vida,
Toda mi felicidad yace en la tumba contigo.

Pero cuando los días de sueños dorados perecieron,
E incluso la desesperación fue impotente para destruir,
Aprendí como la existencia podía ser apreciada,
Fortalecida, alimentada sin la ayuda del placer.

Entonces probé las lágrimas de una pasión inútil;
Destetada mi joven alma de tu anhelo póstumo;
Severamente negó su ardiente deseo de acelerar
El descenso hacia esa tumba que será mía.

Y, aún así, no me atrevo a dejarlo languidecer,
No me atrevo a caer en el dolor entusiasta de la memoria;
Una vez bebida profundamente la divina angustia,
¿Cómo podría anhelar el mundo vacío otra vez?

¿Por qué?

Porque ambas expresan una visión del amor profundamente intensa, contradictoria, elemental. En ellas, el amor es tan apasionado como destructivo, tan visceral como espiritual. Red no es un álbum equilibrado; es un torbellino de emociones extremas —y Brontë, con su pluma gótica, melancólica y ardiente, habita ese mismo territorio.

Brontë no hubiera sido 1989 ni Lover; ella hubiera amado hasta romperse, recordado hasta morir.
Y en Red, eso es precisamente lo que hace Taylor Swift.

Sara Teasdale & 1989

Sara Teasdale

Que se olvide, como se olvida una flor.
Olvidado como un fuego que una vez cantó oro,
Que sea olvidado por los siglos de los siglos,
El tiempo es un amigo amable, nos hará viejos.

Si alguien pregunta, diga que se olvidó
Hace mucho tiempo,
Como una flor, como un fuego, como una pisada silenciosa
En una nieve olvidada hace mucho tiempo.

¿Por qué?

1989 es el álbum donde Taylor reconstruye su identidad en medio del caos emocional. Habla de amor, fama, deseo, desilusión y fuerza interior, pero con un tono más reflexivo, pop, autoafirmativo, incluso en medio de la tristeza.
Sara Teasdale —poeta lírica del siglo XX— escribe con una voz femenina clara, melancólica pero luminosa, íntima pero accesible. Su poesía trata sobre la fragilidad emocional, la belleza del deseo, y la vulnerabilidad con la que una mujer ama y se separa. Exactamente lo que hace 1989.

Sylvia Plath & Reputation

Lady Lazarus

Lo logré otra vez,
Me las arreglo —
Una vez cada diez años
.

Especie de fantasmal milagro, mi piel
Brillante como una pantalla nazi,
Mi diestro pie.

Es un pisapapel,
Mi rostro un fino lienzo
Judío y sin rasgos.

Descascara la envoltura
Oh, mi enemigo,
¿Aterro acaso? —

¿La nariz, las cuencas vacías, los dientes?
El apestoso aliento
Se desvanecerá en un día.

Pronto, muy pronto, la carne
Que la tumba devoró
Se sentirá bien en mí

Y yo una mujer que sonríe.
Tengo sólo treinta años.
Y como gato he de morir nueve veces.

Sylvia Plath

¿Por qué?

Sylvia Plath es Reputation porque, como Taylor Swift en ese álbum, Plath canaliza una voz que ha sido malinterpretada, desfigurada, subestimada. Ambas construyen desde la sombra de su “mala fama” un lenguaje agudo, vengativo, elegante y profundamente personal. Reputation no es solo una respuesta al escándalo: es una exploración de la identidad tras el daño, la vulnerabilidad enmascarada en poder, y el amor que sobrevive al fuego cruzado.
Plath, con su intensidad emocional y su ironía feroz, hubiera entendido esa narrativa a la perfección.

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